Itinerario

El camino primitivo, desde la fundación de la Hermandad, ha sido modificado sustancialmente. El antiguo recorrido hacia El Rocío se realizaba por carretera, cruzando Sevilla por la Palmera buscando el Aljarafe y el mítico cortijo de Gelo, donde hacia la primera noche, esto, andando el tiempo, iba a suponer una gran dificultad, a medida que amenazaba la motorización por nuestros pueblos y ciudades.

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Así, a partir de la toma de posesión como Hermano Mayor de don Manuel Jurado Castillo en 1970, se modifica el camino que efectúa la Hermandad nazarena, quedando actualmente de la siguiente forma: El miércoles anterior al domingo de Pentecostés inicia su camino a las 8 de la mañana, después de asistir a la Misa de Romeros, recorriendo la población, enfila el camino hacia Coria del Río. Uno de los momentos más importantes para esta Hermandad es el paso por el río Guadalquivir, que atraviesa en barca hasta la orilla de Coria del Río, siendo Dos Hermanas «la primera» que lo hizo por dicho lugar.

Sigue la majestuosa caravana caminando hacia Puebla del Río donde en sus inmediaciones pernoctará, siguiendo a la mañana siguiente por Colinas, Cuesta de la Plata, Tornero, Vado del Quema, llegando ya por la tarde a Villamanrique de la Condesa, donde es recibida por esta Primitiva y amable Hermandad. Continúa buscando el «Camino de las Glorias» donde nuestra Hermandad posee un terreno que se encuentra situado ya, cerca de las lindes de la Raya Real, donde pernoctará la ultima noche de camino. Ya en la mañana del viernes cruzara la Raya, llegando a la aldea Almonteña al atardecer.

En el camino se lleva a cabo una auténtica hermandad, ya que otras Hermandades rocieras condicen con la de Dos Hermanas, como por ejemplo la de Los Palacios de la que nuestra hermandad es madrina. Todos los lugares que se recorren son importantes para los romeros nazarenos que van guiados por la fe y el alma puestos a los pies de la Blanca Paloma: pueblos, cortijos, haciendas, parás, vados…

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Una vez la Hermandad instalada en su privilegiada Casa del Rocío, sita en la calle Almonte, 14, vía principal hacia la Ermita, asiste a todos los actos programados por la Hermandad Matriz; se inician estos actos con la presentación de la Hermandad, amadrinada en su día por la Hermandad de Triana; asistencia al Santo Rosario y Misa en el Real. Culminan los actos en el Rocío en la mañana del Lunes de Pentecostés, cuando la Casa-Hermandad es visitada por la Santísima Virgen, que es recibida con una lluvia de pétalos y flores (siendo los nazarenos los primeros también en hacerlo) que dura todo el tiempo que se encuentra en ella la Señora y se reza la Salve en su honor. Siendo infinidad de peregrinos de otras Hermandades y de Dos Hermanas los que se desplazan a vivir estos momentos tan emotivos en ese día y a observar esta lluvia de flores en honor de Nuestra Excelsa Madre.

El Martes por la mañana, llenos de tristezas, y a la vez confortados por tantos momentos vividos junto a nuestra Madre, la Blanca Paloma, los romeros nazarenos emprenden el regreso a Dos Hermanas. Este camino de vuelta, es el mismo que de ida, pero viviendo los momentos más intensamente, ya que por desgracia se nos termina el camino aunque siempre caminamos con nuestra mente y nuestro corazón puestos en una nueva romería.

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Destacamos del camino de vuelta, el recibimiento de la familia Fernández-Ordaz en su cortijo de La Corchuela, y que nuestra Hermandad lo visita en la tarde del jueves antes de hacer entrada en Dos hermanas. Es muy emotivo y la vez que hermoso ver nuestro Bendito Simpecao acompañado de los romeros y su hilera de carretas en el interior del grandioso patio del cortijo, ya que en él se encuentra la capilla del mismo, y en cuya puerta realizan una ofrenda al Simpecao de la Virgen, mientras se cantan sevillanas y se dan vivas a la Reina de las Marismas.